Spanakopita {Pastel Griego de Espinacas y Queso Feta}

 




¿No os sucede que a veces veis una película, una serie o un documental donde la acción se ambienta en un país X y se os hace la boca agua imaginando todo lo que comerías si pudieras ir allí? 

A mi me pasa mucho. Tengo tanto interés por las costumbres del país por los lugares que se pueden visitar, como por las comidas que se puedan degustar allí.

Este virus nos está cortando las alas en cuanto a viajar se refiere, pero si de algo sirve Internet y la inmensa información que tiene, es que puedes viajar por todo el mundo sin tener que salir de casa. Si, si, no es lo mismo, sobre todo para personas como yo, hiper sensoriales, que captan de manera especial el ambiente, las gentes, las costumbres, los aromas y sabores. No, no es lo mismo sentirlo en vivo que desde casa.

Grecia y los Balcanes era nuestro destino de este verano, que por razones más que evidentes y algunas otras no ha podido llevarse a puerto.

Pero en estos tiempo que corren, si Marisa no va a Grecia... Marisa trae un trocito de Grecia a nuestra mesa.

Y es que hoy en día, el mundo esta al alcance de todos, en un bocado.


INGREDIENTES:

300 gr. de espinacas
Media cebolla
150 gr. de queso feta
2 huevos
9 hojas de masa filo
Aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta
Semillas de sésamo  y amapola




ELABORACIÓN:

1. Cortar la cebolla picada muy fino. Reservar. 

2. Lavar y cortar también fino las espinacas. Reservar.

3. Poner una sartén a fuego medio y pochar la cebolla. Cuando esté bien blandita incorporar las espinacas y cocinar hasta que se evapore todo el agua que hayan soltado. Salpimentar. Poner la mezcla sobre un colador o escurridor y dejar enfriar mientras va soltando los jugos.

"Es importante que no tenga jugos porque queremos que la mezcla nos moje las capas de filo, queremos un pastel súper crujiente, no blando."

4. Cuando ya ha escurrido todo, poner en un bol, añadir el queso feta desmigado y los dos huevos batidos, mezclar todo muy bien y reservar.

5. Sobre una superficie limpia y seca extiende una hoja de masa filo y pincela aceite de oliva por toda la superficie. Coloca una lámina de masa filo, presiona y vuelve a pincelar la superficie con aceite de oliva. Pon una última lámina de masa filo, presiona y, dejando un poco de margen hasta el borde, coloca la mezcla en todo el extremo. 

"Para poner el relleno utilizo una cuchara de postre, voy poniendo cucharita a cucharita y así me sirve para que la masa no quede compactada y además el grosor del cordón de relleno es la propia cucharita."

6. Empieza a enrollar la masa sobre el relleno de manera que forme un cilindro y desliza suavemente este rollito sobre la masa filo. Moja el extremo con un poquito de agua y pega sobre si mismo.

7. Pon papel de hornear en una fuente apta para horno, preferiblemente redonda. Coge con cuidado el rollito que hemos realizado y empieza a formar un caracol desde el centro del molde, girando el rollito con cuidado de no romperlo.

"Si se rompe significa que hemos apretado demasiado la mezcla del relleno, no pasa nada, quita un poco y pega el roto con disimulo."

8. Repetir el punto 5 y 6 y a continuación, poner el nuevo cilindro seguido del extremo donde nos haya quedado el primero para seguir formando la caracola.

9. Repetir una vez más el punto 5 y 6 y colocar el rollito a continuación del anterior, dando por formado el pastel.

"Prefiero ir haciendo rollitos y colocarlos en el molde de uno en uno porque esta masa es muy delicada y enseguida se seca, lo que nos dificultaría mucho la tarea si formamos todos los cilindros y a continuación los enroscamos."

10. Pincela toda la espiral con aceite de oliva, espolvorea con el sésamo y las semillas de amapola y hornea durante 25 minutos a 180º con el horno previamente precalentado.

Nuestra Spanakopita estará dorada y súper crujiente.

Deja templar un poquito y a disfrutar.



Comentarios

Marisa en la Cocina ha dicho que…
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