Kringle Estonia de Chocolate con Nueces y Jengibre

 


Ay cuanto me gusta esta época del año. Para mi diciembre y Navidad significa familia, amor, recuerdos, infancia, tradiciones, paz, renacer.

Es la última fase del año, como el final de un libro o de una película que te hace pensar. Llega la oportunidad de resetear. Primero es momento de mirar hacía atrás, a todo lo ocurrido en el año, hacer balance, ver lo bueno y aceptar lo malo. Y con el año nuevo, la oportunidad de ser mejor persona, ponerse nuevas metas y eliminar todo aquello que no nos aporta nada. Ya sean personas o rutinas.

Es como volver a nacer me encanta. Me maravilla ver como ha pasado el tiempo y como los recuerdos siguen ahí. Momentos que traemos al presente a través de canciones, de anécdotas contadas, de aromas y de sabores.

Sabor de hogar, sin duda.

Uno de los placeres simples de mi vida es cocinar, como ya sabes. Cocinar, hornear, cualquier cosa que me evoque momentos bonitos llenos de buenas vibraciones.

El Kringle Estonia tradicional, con sus aromas de canela y pasas es uno de esos dulces que saben y huelen a Navidad. 

En esta ocasión esta corona escandinava va rellena de crema de cacao y jengibre, una combinación deliciosa que hará las delicias de los más chocolateros. Y si además lo acompañas con un aromático y denso chocolate especiado... mmmmmmmmmmm. 

Navidad a bocados y delicia pura.

Aquí te dejo la receta. Espero que la disfrutes.





INGREDIENTES:

Para la Masa
30 gr. de panela o azúcar o azúcar glass
la piel de medio limón
120 gr. de leche
30 gr. de mantequilla
15 gr. de levadura fresca o 7 gr. de levadura seca
1  huevo
300 gr. de harina de fuerza
1 pellizco de sal

Para el relleno
Crema de cacao 
Un puñado de nueces picadas 
1 cucharadita pequeña de jengibre molido

Para adornar
Azúcar perlado




ELABORACIÓN:

Elaboración Tradicional

1. En una picadora pon el azúcar y la piel de limón y pulveriza hasta que quede fino. Añade a un bol grande.
"Si no tienes picadora, tendrás que utilizar azúcar glas o impalpable y rallar el limón con un rallador manual".

2. Añade al bol la leche previamente templada, la mantequilla y la levadura y mezcla junto con el azúcar y el limón.

3.Agrega el huevo y mezcla hasta que esté homogéneo.

4. Incorpora la harina y la sal y amasa con las manos durante 4-5 minutos.  
"Puedes ayudarte de un robot tipo KitchenAid o similar y amasar con el gancho de amasado durante un par de minutos."

5. Forma una bola con la masa, pincela con un poco de aceite de oliva un bol. Sitúa la masa en el dentro y tapa con film transparente o un paño limpio. Mantén en un lugar abrigado y libre de corrientes durante 1 hora.
"El tiempo es orientativo, la masa debe duplicar su volumen. Un buen truco es meterlo en el horno con la luz encendida."

6. Cuando la masa esté ligera y haya duplicado su volumen, precalienta el horno a 180º. Sobre una superficie enharinada o sobre un tapete de hornear extiende la bola de masa con un rodillo en forma de rectángulo de aprox. 40x50. Unta toda la superficie con una capa fina de crema de cacao, espolvorea el jengibre molido y distribuye las nueces picadas.

7. Enrolla por la parte más larga apretando bien. Corta el rollo longitudinalmente, dejando uno de los extremos sin cortar. Enrolla cada parte de rollo sobre el otro formando una corona y junta los extremos. Traslada con cuidado a una bandeja de horno, recoloca y para finalizar espolvorea por encima con el azúcar perlado.

"Ten la precaución de dejar que la parte cortada quede hacía arriba para que tu Kringle Estonia quede bonito con el laminado a la vista."

8. Hornea durante 20-25 min. (según horno). Cuando esté ligeramente dorado, saca y deja enfriar sobre una rejilla.





Elaboración en Thermomix.

1. Pon en el vaso el azúcar y la piel de limón y pulveriza 15 segundos a velocidad 10.

2. Con ayuda de la espátula baja los restos hacia el fondo del vaso y añade la leche, la mantequilla y la levadura y programa 1 minutos, 37º de temperatura y velocidad 2.

3. Añade el huevo y mezcla 4 segundos a velocidad 3.

4. Incorpora la harina y la sal y amasa a 2 min. vaso cerrado y velocidad espiga. 

5. Forma una bola con la masa, pincela con un poco de aceite de oliva un bol. Sitúa la masa en el dentro y tapa con film transparente o un paño limpio. Mantén en un lugar abrigado y libre de corrientes durante 1 hora.
"El tiempo es orientativo, la masa debe duplicar su volumen. Un buen truco es meterlo en el horno con la luz encendida."

6. Cuando la masa esté ligera y haya duplicado su volumen, precalienta el horno a 180º. Sobre una superficie enharinada o sobre un tapete de hornear extiende la bola de masa con un rodillo en forma de rectángulo de aprox. 40x50. Unta toda la superficie con una capa fina de crema de cacao, espolvorea el jengibre molido y distribuye las nueces picadas.

7. Enrolla por la parte más larga apretando bien. Corta el rollo longitudinalmente, dejando uno de los extremos sin cortar. Enrolla cada parte de rollo sobre el otro formando una corona y junta los extremos. Traslada con cuidado a una bandeja de horno, recoloca y para finalizar espolvorea por encima con el azúcar perlado.
"Ten la precaución de dejar que la parte cortada quede hacía arriba para que tu Kringle Estonia quede bonito con el laminado a la vista."

8. Hornea durante 20-25 min. (según horno). Cuando esté ligeramente dorado, saca y deja enfriar sobre una rejilla.




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